Naizen elkarteak antolatutako Haur eta Nerabe Transen Nazioarteko I. Biltzarra mugarri garrantzitsua izan da errealitate transen inguruko sentsibilizazio eta prestakuntzan. Hainbat gai jorratu ziren, hala nola osasun-arreta arloko aurrerapenak, lehen pertsonako esperientziak, zeinetan azpimarratu zen «transa gainontzekoek jartzen dugula» gizartearen ikuspegiaren ondorioz, eta transfeminismoaren eta «gizarte disforia» kontzeptuaren garrantzia. Eguneroko diskriminazioak ere salatu ziren, baina familiaren babes faltaren aurrean nola jokatu aztertzeko beharra azpimarratu zen. Kongresuak sareko lanaren garrantzia nabarmendu zuen, Gasteizko kasuak erakusten duen bezala.
El reciente Congreso Internacional de Infancias y Adolescencias Trans, celebrado los días 5 y 6 de mayo, organizado por la asociación Naizen; entidad de familias dedicada al acompañamiento de menores en sus procesos de transición, ha marcado un hito importante en la formación y sensibilización sobre las realidades trans. Desde el IRSEARABA S.COOP surgió la necesidad de profundizar en estos temas, especialmente ante el creciente número de jóvenes que requieren apoyo. Además, el congreso sirvió como un valioso espacio para el apoyo entre profesionales y el establecimiento de futuras colaboraciones.
Durante dos días se abordaron una diversidad de temáticas cruciales, reflejando tanto los avances como los desafíos actuales. Una de las mesas más reveladoras fue la que reunió a asociaciones de todo el estado español, exponiendo las diferentes realidades en las comunidades autónomas, donde quedó patente que en nuestra comunidad hemos avanzado notablemente en los últimos años, como por ejemplo en la atención médica, existirán más puntos de atención en proximidad a la ciudadana trans. Próximamente se descentralizara la unidad de género del hospital de Cruces y se podrá acudir a la unidad de género de cada provincia.
Otra de las mesas más destacables fue la de experiencias en primera persona; un momento emotivo y esclarecedor. Una de las reflexiones más potentes que emergió fue la idea de que «lo trans lo ponemos los demás», enfatizando en cómo la mirada y el juicio de la sociedad externa son los que a menudo construyen la percepción y las dificultades de la transición, más allá de la propia identidad del individuo.
El congreso también puso de relieve la vital importancia del transfeminismo y las luchas que de él se derivan. Se introdujo el concepto de «disforia de sociedad», sugiriendo que gran parte del malestar no reside en la persona trans, sino en una sociedad que no está preparada para aceptar la diversidad. Además, se lanzó una seria advertencia sobre la creación de «infancias machistas», señalando la urgencia de intervenir para revertir esta tendencia.
Un punto crucial fue la enumeración de las formas de discriminación que enfrentan las personas trans en su día a día. Se mencionaron explícitamente la segregación, la negación del acceso a baños y el uso incorrecto de nombres o pronombres como prácticas habituales que vulneran sus derechos y dignidad.
A pesar de la riqueza de los debates, una de las carencias más sentidas fue la falta de discusión sobre cómo actuar y qué recursos ofrecer cuando las familias no apoyan o no entienden los procesos de transición de los menores. Esta es una realidad frecuente para muchos profesionales del ámbito socioeducativo en su práctica diaria y se observa necesario que en próximos congresos se aborde.
Finalmente, se destacó el caso acompañado desde el PEC de Vitoria-Gasteiz como un ejemplo paradigmático de trabajo en red y de la importancia de la colaboración entre todos los agentes involucrados, especialmente en situaciones donde el apoyo familiar es deficiente o inexistente.
Virginia Gomez – Educadora de calle del PEC.
