La creación de este espacio prelaboral surge de la posibilidad de unir las sinergias de la red de intervención del IRSE araba. Por una parte nos encontramos con la necesidad de trabajar con jóvenes con dificultades graves para el acceso al mundo laboral, provenientes generalmente de recursos de preservación familiar. Y por otro lado, contamos con la experiencia de varios profesionales en el ámbito de la inserción laboral y, concretamente, en empresas de inserción.
Desde aquí nos vemos capacitados para estructurar un taller, que aprovechando los recursos (personales y materiales) de las empresas de inserción, posibilite que algunos y algunas jóvenes con quienes trabajamos (de 16 a 18 años) puedan adquirir habilidades prelaborales y tener una experiencia muy cercana a la de un contrato laboral.
Finalidad
La finalidad principal de este proyecto es la adquisición de habilidades prelabórales básicas relacionadas con los sectores de la reprografía (Amaya Digital), jardinería (Garbinguru) y la hostelería (Bar Zabaltegi) destinada a jóvenes (de 16 a 18 años). Dichos jóvenes que proceden de recursos de acogimiento y preservación familiar del IRSE araba.
- Capacitar a las personas asistentes en algunas destrezas básicas relacionadas con los manipulados de las empresas de inserción.
- Acercar a la realidad del mundo laboral a estas personas.
- Aumentar la cualificación de personas con dificultades de inserción.
- Saber cuáles son los elementos más importantes de las técnicas de trabajo básicas en el sector.
- Conocer la maquinaria destinada a cada uno de los trabajos.
- Conseguir un dominio aceptable en las técnicas de los diversos trabajos.
- Identificar, preparar y realizar correctamente los trabajos.
- Conocer las diferentes formas de prestar un trabajo.
- Dotar a la juventud de actitudes positivas hacia el entorno laboral.
Metodología
La metodología se basa en el fomento del aprendizaje grupal, la generación de procesos participativos y el acompañamiento como refuerzo y apoyo a lo largo de todo el proyecto.
El aprendizaje en un contexto grupal, tratando de establecer un buen clima en el que se fomente el respeto recíproco, facilita la transmisión y el intercambio de conocimientos, toda vez que el grupo también juega un papel de apoyo instrumental y emocional y potencia el cambio de actitudes.
La metodología participativa pretende impulsar la implicación de las personas usuarias del taller en el proceso formativo, estableciéndose mecanismos a los efectos (valoraciones grupales diarias y semanales acerca de los contenidos, encuestas de opinión acerca de los diferentes módulos, tutorías…).
Asimismo, el programa será eminentemente práctico, de forma que las personas jóvenes puedan utilizar los conocimientos adquiridos en su vida cotidiana o sirvan de base para ser utilizados en su proceso de inserción laboral.
La programación será flexible para adaptarse a las características del grupo de participantes en atención a sus necesidades, expectativas, motivaciones e inquietudes, diferencias de edades, desarrollo psicológico, cultural e intelectual, experiencia y conocimientos previos, capacidad de aprendizaje, etc.
Si se considera importante que el grupo combine cierto grado de homogeneidad, necesaria para el buen funcionamiento del proceso, con la heterogeneidad como elemento clave para garantizar la plena integración.